viernes, 11 de marzo de 2011

"Cada facultad decidirá si pasa los exámenes de septiembre a julio"

Ya que esta semana no tenemos que presentar ninguna práctica, hacemos una entrada grupal con esta noticia:

La UMU cambiará su calendario para que las clases se corten en diciembre y mayo y adelantará la selectividad 

La extinción se cierne sobre las convocatorias de repesca. Abolida desde hace años la de diciembre, la Universidad de Murcia (UMU) pretende adelantar a julio los exámenes de septiembre y no descarta eliminarlos en un futuro, como han hecho otras universidades, en pos de la evaluación continua, objetivo del Plan Bolonia.
El equipo rectoral de la Universidad de Murcia está ultimando un nuevo calendario académico en el que las clases del próximo curso comenzarán a partir del 14 de septiembre y la Navidad dividirá los dos cuatrimestres, cuyos exámenes se adelantan una quincena para hacer sitio en el calendario a la más controvertida de las reformas, el traslado de la convocatoria de septiembre a julio.
El cambio ya se intentó el año pasado y acabó como experiencia piloto voluntaria, implantada este curso en ocho titulaciones. En esta ocasión, el Rectorado ofrece flexibilidad para implantar la medida: cada facultad decidirá si mantiene sus exámenes en septiembre o los realiza en el mes de julio. Los decanos tienen hasta abril para decantarse, aunque habrán de adaptarse al resto de la líneas generales del calendario.
El cambio de los exámenes de septiembre a julio sólo afectará a los estudiantes de los nuevos títulos de grado, y no a los de las licenciaturas y diplomaturas a extinguir, salvo que los centros soliciten lo contrario.
Las modificaciones también afectarán a las pruebas de selectividad, que se adelantarán a los días 13, 14 y 15 de junio. De cara al futuro, la UMU ya ha pedido a la Consejería de Educación que la PAU de septiembre también pase a julio, lo que obligaría a trasladar también los exámenes de recuperación en los institutos.
El nuevo calendario está en fase de estudio y debate con los diferentes estamentos universitarios, donde está teniendo «buena acogida la posibilidad de flexibilidad», según el secretario general de la universidad, Joaquín Lomba. Aún así, el propio Lomba reconoce que el adelanto de la tercera convocatoria suscita rechazo tanto entre profesores como en alumnos. Los docentes se quejan de que tendrán que convivir durante unos años con los dos calendarios, por lo que tendrán que preparar exámenes en julio para los nuevos cursos de grado y en septiembre para los antiguos.
Los estudiantes recelan del escaso tiempo que les quedará para afrontar con opciones la última convocatoria del curso. «Dicen que los exámenes no han cambiado -cuenta Lomba, que se reunió el martes con una asamblea de alumnos- y es verdad que los grados acaban de empezar y hay profesores que no han cambiado el chip. Una parte de la evaluación es continua y los exámenes ya no son el 100%. Como se juegan menos, no necesitan tanto tiempo», concluye su razonamiento Lomba.
La propuesta del Rectorado deja 19 días entre la convocatoria de junio y los de julio, una separación mayor que la de las universidades que ya han adelantado septiembre. Como baza ante hipotéticas protestas, el borrador deja margen para atrasar una semana los últimos exámenes. Aunque Lomba señala que ello perjudicaría las opciones laborales de los estudiantes en verano, una de las supuestas ventajas del nuevo calendario será que los universitarios «dispondrán de dos meses de inactividad académica para que viajen o estudien idiomas».
El responsable de fijar las fechas para el próximo curso añade, para desterrar nostalgias por los exámenes de septiembre, que tienen un «índice de fracaso elevadísimo».
El presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Murcia, Kasper Van Hout, afirma que el cambio «en principio, no es una mala idea». Aún así, recuerda que es «indispensable que no afecte a las licenciaturas y a las diplomaturas». Kasper pide «que les respeten» y exige «que se cumplan unos mínimos para mantener los derechos de los estudiantes».
Por otro lado, la Asamblea de Estudiantes de la UMU se reunió ayer para tomar medidas sobre los cambios en el calendario.

ENTRADAS INDIVIDUALES
-Mari Carmen: en cuanto a la noticia anterior, tengo que decir que estoy totalmente en desacuerdo en que cambien la convocatoria de septiembre a julio, ya que me parece una tontería que se haga una recuperación en junio para volver a hacerla en julio, ya que si la gente suspende, no tiene tiempo para presentarse al siguiente examen. Supongo que la universidad y más concretamente la facultad se replanteará nuevamente esta cuestión y tomarán la decisión correcta.

-Ana María: En mi opinión, me parece que esta medida no beneficia absolutamente a los estudiantes todo lo contrario, los perjudica; porque aquellos alumnos que no hayan podido aprobar una asignatura en junio creo que deberían de tener algo más de tres semanas para poder prepararse bien la asignatura. además de que es bueno que pase un tiempo para relajarse y poder estudiar bien esa materia y no con el agobio de pensar que en menos de 20 días debes de prepararte otra vez el examen pensando que es la última oportunidad que te queda.

1 comentario:

  1. La verdad es que es muy interesante esta noticia. Sinceramente, el cambio proporciona varias ventajas pero también algunos inconvenientes. Personalmente, no sé qué puede ser mejor.

    Haber qué se decide.

    Un saludo compañeras. :)

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